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Ejercita tu mente lo más profundo que puedas sabiendo que es solo un ejercicio; construye artefactos hermosos; resuelve problemas; explora los secretos del universo; saborea uno y cada uno de tus sentidos; siente la alegría y la tristeza, la lluvia y la sequiía; canta, rie, baila, calla, odia, mata, y carga el recuerdo en tu bolso de viaje...
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Eros y Anarquía: Amor Libre

“...el amor verdadero es puro. Es un sol cuyos rayos enceguecen a aquellos que no pueden escalar las alturas. A la vida hay que vivirla libremente. Rindámosnos a la belleza, a los placeres del espíritu, al amor, el culto que se merece..."
(América Scarfó)
"El amor libre: Eros y Anarquía" de Osvaldo Baigorria

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Los Destructores de Máquinas

Textos de Christian Ferrer publicados originalmente en "Cabezas de Tormenta" y documentos históricos de diversas fuentes. Trata sobre los albores del movimiento obrero a pocos de iniciarse la Revolución Industrial. A partir de 1811 el Luddismo irrumpe en la escena moderna como repuesta popular a la opresión de las nuevas formas de organización del trabajo. Frente al despojo de la propiedad provada, los luddistas encararon la destrucción de los medios de producción en revueltas que se sucedieron a lo ancho de la europa capitalista.


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El Santo de Ushuaia



"Mil y mil veces maldita, tierra aborrecida del crimen, del sufrimiento y del sicario. Bajo el azote helado de tus huracanes gime el hombre; la angustia roe las almas de las víctimas; los abnegados, los Radowitzky, agonizan, mártires de la chusma del máuser, y, sobre el hórrido concierto de sollozos se oye siniestra la carcajada del verdugo".

Así comenzaba un volante del diario anarquista La Protesta, para el 1º de Mayo de 1918, el Día de los Trabajadores. Estoy en Ushuaia, en el edificio del antiguo penal, y hablo sobre Simón Radowitzky ante una concurrencia formada principalmente por gente joven. Nunca hubiera soñado antes que iba a tener esa posibilidad. En los años setenta publiqué un libro que se titulaba Simón Radowitzky, ¿mártir o asesino?, que fue a parar a la hoguera de la dictadura de los Videla y Massera. ¿Quién era ese Simón Radowitzky que había sido una figura legendaria del movimiento obrero en las tres primeras décadas de este siglo y que había pasado veintiún años de su vida en la cárcel, la mayoría de ellos en el penal de Ushuaia, una de las páginas más negras de la historia penal del género humano de la cual tendríamos que avergonzarnos los argentinos? Y que se mantuvo no sólo durante el gobierno de los conservadores liberales sino también durante los tres gobiernos primeros del radicalismo. Los que más cantaron a Simón Radowitzky, llamado el "mártir de Ushuaia" fueron los payadores criollos en los mitines y asambleas obreras.

"Traigo aquí para Simón este manojo de flores, del jardín de los dolores del alma y del corazón: traigo para aquel varón valiente y decidido, este manojo que ha sido hecho con fibras del alma, en un momento sin calma de rebelde convencido".


A los jóvenes...

...cada uno de vosotros, pues, jóvenes honrados, hombres y mujeres, trabajadores del campo y de las fábricas, artesanos y soldados, comprenderéis cuáles son vuestros derechos y os vendréis con nosotros, a fin de trabajar con vuestros hermanos en la preparación de esa revolución que, barriendo todo vestigio de esclavitud, destruyendo ligaduras y cadenas y rompiendo con viejas y gastadas tradiciones, abra a todo el género humano un nuevo y ancho campo de feliz existencia, estableciendo al fin la verdadera libertad, igualdad y fraternidad en la sociedad humana. Que no se diga de nosotros, siendo un grupo relativamente insignificante, que somos demasiado débiles para conseguir el magnífico fin a que inspiramos: contad y ved
cuántos somos los que sufrimos esta injusticia.
Nosotros, los trabajadores del campo, que trabajamos para otros y mascamos la paja, mientras que nuestros amos se comen el trigo; nosotros solos somos millones de hombres...
(Kropotkin)


La libertad según Bakunin

...soy un amante fanático de la libertad, considero que es la única condición bajo la cual la inteligencia, la dignidad y la felicidad humana pueden desarrollarse y crecer; no la libertad puramente formal concedida, delimitada y regulada por el estado, un eterno engaño que en realidad no representa otra cosa que el privilegio de algunos fundado en la esclavitud del resto; no la libertad individualista, egoísta, mezquina y ficticia ensalzada por la escuela de J.J. Rousseau y otras escuelas del liberalismo burgués, que entiende que el Estado, limitando los derechos de cada uno, representa la condición de posibilidad de los derechos de todos, una idea que por necesidad conduce a la reducción de los derechos de cada uno a cero. No, yo me refiero a la única clase de libertad que merece tal nombre, la libertad que consiste en el completo desarrollo de todas las capacidades materiales, intelectuales y morales que permanecen latentes en cada persona; libertad que no conoce más restricciones que aquellas que vienen determinadas por las leyes de nuestra propia naturaleza individual, y que no pueden ser consideradas propiamente restricciones, puesto que no se trata de leyes impuestas por un legislador externo, ya se halle a la paro por encima de nosotros, sino que son inmanentes e inherentes a nosotros mismos, constituyendo la propia base de nuestro ser material, intelectual y moral: no nos limitan sino que son las condiciones reales e inmediatas de nuestra libertad...
(Bakunin)



La gran maldición...

"...el odio instintivo a toda realidad es el elemento impulsor existente en la raíz del cristianismo. Yo llamo al cristianismo la única gran maldición, el único gran instinto de venganza para el cual ningún medio es lo suficientemente venenoso..." 

(Federich Nietzche. El Anticristo. 1888)



Los paladines de la democracia

"...el mecanismo representativo convirtió la desigualdad real de las clases en el igualitarismo abstracto de los ciudadanos, y a los egoísmos individuales en una impersonal voluntad colectiva..." 
(Nairn)